(En memoria de los hermanos peruanos
fallecidos en el terremoto del 15 de agosto del 2007)
Issa M. Martínez Llongueras
Pachamama de las tierras incas
dobla en sus entrañas la sangre y el miedo.
Ha despertado en rabias contritas
su apacible canto de madre
con los pechos cercenados por dolores antiguos.
Mira como se abre,
mira como trepida entre dolores de parto,
y aborta el grito que se estrella
cuando la tarde resbala en las montañas.
Se ha guardado lo suyo bajo el eco de los árboles
que aún retienen su palabras entre sus raíces,
los árboles callan, la sangre es flor de luto,
y las rodillas en la tierra acunan, autistamente,
el adiós no dicho de los descendientes del cóndor.
El cielo abraza el vuelo triste del ave,
y las lágrimas de un pueblo son el residuo impotente
de una plegaria al latir de todos sus silencios.
Issa M. Martínez Llongueras
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